Junto a tí, Papá

“Yendo junto a ti a nada he de temer” es lo que nos dice esa canción, y aunque resulte difícil de creer es cierto, no debemos tener miedo de nada. Jesús es quien nos da fuerzas para seguir adelante, y la esperanza de que con Él todo es posible. Ahora papá está junto a Él y tengo la certeza de que está tranquilo y muy bien.

Quiero lanzar ese mensaje porque aunque ahora se nos acercan momentos muy difíciles nunca debemos perder esa esperanza, ni olvidarnos de lo mejor que podemos guardar de papá, que son todos los recuerdos de los momentos que estuvimos con él.

Por mi parte son muchas las cosas que podría contar pero si hay algo que quiero resaltar es todo lo que siempre se preocupó por nosotras, lo que hizo para que siempre estuviéramos bien y contentas, desde las golosinas que nos compraba al salir del colegio hasta cuando nos reñía por no haber hecho algo bien, todas esas cosas que hoy nos han hecho ser como somos.
Y si una cosa recuerdo que a él le hiciera sentirse mal, esa era vernos llorar, vernos pasarlo mal.

Desde aquí le doy gracias a Dios por todo el tiempo que he podido disfrutar de él, y os doy las gracias a todos vosotros, que hoy habéis venido a compartir este momento con nosotros y con él.

Ángeles en el cielo: sueños truncados

Llanto, Tristeza y Desesperación

Alegría, Esperanza y Amor
Vida, que va y viene
Vida, que no se entiende

Sueños a la espera de ser realizados
Sueños que nunca saldrán a la luz
Momentos extraordinarios
Misterios entre Él y tú

Todo esto encierra Vida
Todo ello lleva Muerte
No sabiendo hasta que punto
una u otra vendrá a verte

¿Tristeza o alegría?

Es difícil saber cómo estar cuando una parte de tu vida se está deshaciendo a la vez que otra está más viva que nunca.

Ese es mi momento actual, bueno, y malo, que no se cómo describirlo, ni cómo me siento realmente. ¿Se puede vivir triste y feliz a la vez? Me resulta difícil, pero espero que sí.

Lo mejor de todo es que tengo quien me hace sonreir y me da fuerzas para seguir adelante, a pesar de todo.

Y ahora más que nunca, porque tengo dos ojitos nuevos por los que Vivir.

Pequeña

Hoy es el día en el que pienso en el pasado y sonrío, sonrío porque soy feliz. Soy feliz hoy, ahora, con mis circunstancias. Me alegro de haberme dejado guiar por mi corazón, sin hacer caso de lo que muchos me decían.

Siempre he defendido la felicidad por encima de todas las cosas, como fin último del ser humano, y no siempre lo que las leyes de la lógica dicen que más le conviene a uno es lo mejor para él, lo que le hace feliz, y en consecuencia, lo que le permite disfrutar de la vida.

Ahora es el momento en el que creo estar viviendo mi sueño imposible, aquel sueño que con tanta ansia buscaba el día en el que escribí aquí mi primera palabra. Hoy he visto que ese sueño estaba muy lejos de una vida dentro del sistema, de una vida de acuerdo con mi edad, y con las cosas que se supone debería hacer, pensar o sentir.

No encuentro palabras para decir lo feliz que soy, porque creo que es una cosa que solo yo puedo entender. Quiero dar las gracias a todos aquellos que se cruzaron en mi camino y forman o formaron parte de mi vida, porque es gracias a todos ellos que yo sea así como soy.

Y gracias, a esas personitas que son las que me dan las mayores alegrías.

Nunca mejor dicho que la felicidad está en las cosas más pequeñas, y en alguna que otra que es grande, pero tiene alma de pequeño.

Ya vienen los reyes...

Esta noche ya vienen los Reyes Magos de Oriente, Hoy millones de hogares se llenan de ilusión y alegría, es la noche en la que Todos se vuelven niños y esperan que esta noche les visiten y les llenen de regalos.

Es difícil pensar en los tiempos que vivimos, que los Reyes lleguen a todas las casas con magníficos regalos ¿Por qué los regalos de los ricos son mejores que los de los pobres? Una vez oí que se trata de compartir, los Reyes vienen, nos traen regalos a algunos, y somos nosotros quienes debemos compartir lo nuestro con los demás.

Pero dejando a un lado el tema económico-material, los mejores regalos no se pueden pagar con dinero, ni el más rico del mundo los podría comprar: la alegría, el amor, la fe, la esperanza... Todos ellos son vitales para nosotros, y esos si que llegan a todas las casas, solo hay que saber verlos.

Yo hace un año tuve mi mejor regalo de Reyes.