27 septiembre 2008

Te quiero mucho, Diego


¡Hola Diego!

Lo primero, y lo más importante que quiero hacer es darte las GRACIAS, de mi parte, y de la de todos los que hoy estamos aquí, por todos los momentos que hemos compartido contigo, por todo el tiempo que nos has regalado y que hemos disfrutado juntos.

Yo guardo muchos recuerdos de ti. De cuando éramos peques y jugábamos juntos, cada vez que veníamos a Medina y me llevaba mi padre a tu casa a jugar. Éramos los dos de la misma edad y siempre era más divertido estar juntos que estar con los pequeños, si no era para chincharles, claro. A veces era difícil ponerse de acuerdo, pero aún así siempre encontrábamos con qué jugar, los playmobil, mis primeras carreras de coches con la Nintendo y los circuitos que hacíamos en el pasillo de la abuela con todos los cojines de las camas, amenazados, como no, con que iba a subir la vecina a reñirnos. Desde pequeñito te gustaron mucho los coches, no tenías más que ver un plato o un cenicero para cogerlo como un volante y conducir. Luego ya de mayores, nos vimos menos, cada uno vivía en un sitio y tenía sus amigos, pero los ratos en los que coincidíamos siempre hablábamos, o nos sentábamos juntos, y es que, a pesar de ser los dos bastante tímidos, teníamos confianza para hablar de cualquier cosa.

Podría seguir contando aventuras pero prefiero añadir a mi lista de recuerdos, los recuerdos de todos los que estamos hoy contigo, de todos los que te queremos. Cada uno de nosotros guarda muchas cosas de ti, muchos buenos momentos compartidos. Hace poco leía que, las vidas de las personas que queremos son como un regalo, el regalo más especial que podrían hacernos, cuya importancia y significado sólo nosotros que las hemos compartido conocemos.

Hoy solo podemos darte las Gracias por todo el amor y el cariño que nos regalaste. Nunca has sido muy hablador, pero sí muy bueno, muy noble, y eso es algo que siempre tendremos de ti.

A nosotros ahora nos queda lo difícil, nos toca seguir hacia delante, y estoy segura de que tú estas con nosotros para ayudarnos. Estos días me he dado cuenta de que, a pesar de los golpes tan grandes que nos está tocando vivir, tenemos mucha suerte, porque tenemos una familia muy buena, donde nos queremos mucho todos. Ninguno somos amigos de las grandes muestras físicas de cariño, pero siempre estamos ahí para apoyarnos y aunque a veces nos veamos poco, o hablemos poco, podemos estar seguros de que siempre podremos contar unos con otros. Y ahora más que nunca te tenemos a ti, tenemos tu ejemplo y tu amor, que siempre va a estar con nosotros, y es ese amor el que nos sostiene.

Puede que ahora recordar, mirar hacía atrás, nos ponga tristes, pero lo mejor que podemos hacer es dejar que esos recuerdos sean los que nos den fuerzas para seguir, porque estoy segura de que, eso es lo que tú quieres, que no quieres vernos tristes.

Lo mejor que te puedo decir ahora es que ¡Te quiero mucho!, que todos nosotros te queremos muchísimo y que siempre estarás con nosotros.

Lara

08 septiembre 2008

A mi lado

Quiero ver tu lado bueno,
Quiero sentir tu color, y tu belleza,
Quiero ver el mundo contigo,
Quiero que tú lo veas conmigo.
No te pongas delante de mi,
porque no me dejas mirar más alla.
Ven a mi lado, caminemos juntos
y disfrutemos de Todo lo bello que nos espera.