29 junio 2005
...Aeropuertos...
Hasta entonces nunca me habían aterrado
de esta forma los aeropuertos.
Lléname de abrazos, lléname de besos,
creo que anunciaron tu vuelo.
Y entre lágrimas tu figura es devorada por la gente,
y una fiera maloliente clava en mi alma sus afilados dientes.
Sus afilados dientes.
Quedo con el sabor metálico de la soledad
y deshojo el calendario.
Tengo miedo, tengo frío y dudo,
y hago repaso.
Fugaz e indeterminado, como un sueño ha comenzado
esta historia y no sé, en verdad, si fue real.
…
Nuevos reencuentros, nuevas confesiones, y de repente me veo
perdido en un aeropuerto,
con las pesadillas que día a día me acompañan, cotidianas,
con las que me atormento:
A qué son bailan tus caderas,
qué sudores te alimentan, tengo tanto miedo
de que olvides el camino de regreso,
el camino de regreso.
Ismael Serrano, "El camino de regreso"
(Atrapados en azul, 1997)
Me queda la esperanza de que algún día, espero no muy lejano, os volveré a ver.
15 junio 2005
Mi gordis
12 junio 2005
Descubrimiento
No descubrimos cosas importantes todos los días. Nuestra vida es más bien anodina, casi aséptica; parece que en ella nunca pasa nada. Nos levantamos por la mañana, vamos al trabajo, comemos, volvemos a casa por la tarde, leemos la correspondencia, escuchamos las noticias y cenamos. Todavía no nos hemos dado cuenta de que ya ha pasado otra jornada, cuando ya vamos a lavarnos los dientes y nos damos las buenas nochea antes de ir a dormir.
Pero algún día, de tarde en tarde, en medio de la rutina de la jornada, sucede algo imprevisto, tan sencillo como un encuentro y tan complejo como una oportunidad de comunicación.
Ese día alguien se fija en nosotros y nos mira, es una invitación al diálogo. Hablamos, nos entendemos, nos escuchamos; en fin, nos descubrimos mutuamente y, sobre todo, aprendemos más de nosotros mismos y de nuestra capacidad de creación en el trabajo.
Ese día, nos parecen naderías las pequeñas dificultades, sentimos fortaleza para seguir avanzando, comprendemos algo nuevo, aprendemos lo que nunca habíamos sabido y nos sentimos bien, aunque las cosas no nos vayan tan bien. Es un momento de gran comprensión de la vida, y el poso que nos deja permite que vivamos las siguientes jornadas con satisfacción y tranquilidad.
(Sacado de un libro de lecturas para niños de 5º de primaria)
Pero algún día, de tarde en tarde, en medio de la rutina de la jornada, sucede algo imprevisto, tan sencillo como un encuentro y tan complejo como una oportunidad de comunicación.
Ese día alguien se fija en nosotros y nos mira, es una invitación al diálogo. Hablamos, nos entendemos, nos escuchamos; en fin, nos descubrimos mutuamente y, sobre todo, aprendemos más de nosotros mismos y de nuestra capacidad de creación en el trabajo.
Ese día, nos parecen naderías las pequeñas dificultades, sentimos fortaleza para seguir avanzando, comprendemos algo nuevo, aprendemos lo que nunca habíamos sabido y nos sentimos bien, aunque las cosas no nos vayan tan bien. Es un momento de gran comprensión de la vida, y el poso que nos deja permite que vivamos las siguientes jornadas con satisfacción y tranquilidad.
(Sacado de un libro de lecturas para niños de 5º de primaria)
06 junio 2005
De mamá Lara para ti
Hay una frase hecha que dice "Nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes"
No te he perdido.
No me gusta la idea pero me ha hecho falta sentirte lejos para saber lo que te quiero.
Nunca te he perdido, siempre has estado ahi detrás, y quizá por eso nunca te dí lo que te mereces. Pero me he dado cuenta de la importancia que tienes para mi. De lo bien que estoy contigo y de la falta que me haces cuando no estás.
Solo sé una cosa: Te quiero
No te he perdido.
No me gusta la idea pero me ha hecho falta sentirte lejos para saber lo que te quiero.
Nunca te he perdido, siempre has estado ahi detrás, y quizá por eso nunca te dí lo que te mereces. Pero me he dado cuenta de la importancia que tienes para mi. De lo bien que estoy contigo y de la falta que me haces cuando no estás.
Solo sé una cosa: Te quiero
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