26 marzo 2007

Pequeña


Hoy es el día en el que pienso en el pasado y sonrío, sonrío porque soy feliz. Soy feliz hoy, ahora, con mis circunstancias. Me alegro de haberme dejado guiar por mi corazón, sin hacer caso de lo que muchos me decían.
Siempre he defendido la felicidad por encima de todas las cosas, como fin último del ser humano, y no siempre lo que las leyes de la lógica dicen que más le conviene a uno es lo mejor para él, lo que le hace feliz, y en consecuencia, lo que le permite disfrutar de la vida.
Ahora es el momento en el que creo estar viviendo mi sueño imposible, aquel sueño que con tanta ansia buscaba el día en el que escribí aquí mi primera palabra. Hoy he visto que ese sueño estaba muy lejos de una vida dentro del sistema, de una vida de acuerdo con mi edad, y con las cosas que se supone debería hacer, pensar o sentir.
No encuentro palabras para decir lo feliz que soy, porque creo que es una cosa que solo yo puedo entender. Quiero dar las gracias a todos aquellos que se cruzaron en mi camino y forman o formaron parte de mi vida, porque es gracias a todos ellos que yo sea así como soy.
Y gracias, a esas personitas que son las que me dan las mayores alegrías.
Nunca mejor dicho que la felicidad está en las cosas más pequeñas, y en alguna que otra que es grande, pero tiene alma de pequeño.

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